Dejad que los perros ladren.
Tengo problemas con la denominada "Libertad de expresión". A diferencia de quienes se escudan bajo este concepto para defender posturas o proclamar ideologías utilizando datos falsos - o lisa y llanamente, mentiras - yo creo en la pureza y responsabilidad tras este concepto. No soy tan ingenuo como para creer que un medio de comunicación deba ser imparcial; todos, de una u otra manera, defienden ideologías, principios, teorías económicas, etc. Pero invocar la "libertad de expresión" para tomarse la patudez de publicar falsedades (y que además, hayan lectores que citen estas pelotudeces al defender lo indefendible) hace que mi organismo irrigue demasiada sangre a mis gónadas.
Leo el martes 08 de agosto, en la plataforma on-line del diario de Edwards, una nota donde el Banco de inversión estadounidense JPMorgan advierte un "potencial efecto negativo para el mercado accionario si la contendiente del Frente Amplio sigue al alza en su candidatura". El asombro se vuelve consternación cuando, al seguir leyendo, el banco sostiene que "un fortalecimiento potencial de su candidatura sería negativo para el mercado de acciones, dado sus iniciativas económicas poco ortodoxas (como nacionalizar el sistema de fondos de pensiones )".
No voy a malgastar mi tiempo (ni el de mis querid@s lector@s) analizando el miedo que subyace bajo esta nota. Ese maldito miedo que la elite tiene a perder sus privilegios; miedo al desorden, miedo a la anarquía, miedo al comunismo, miedo a los homosexuales, a los cumas, a los inmigrantes, miedo; MIEDO, ¡¡¡¡¡MIEDO!!!. (Perdón, no soy de fierro).
Que JP Morgan tema que la candidatura de Beatriz Sánchez a la presidencia sea negativo para el mercado de las acciones es como que un especímen de Escherichia coli le tema al cloro y de esa manera, el mercado de las infecciones se vea afectado.
Y si no me creen, averigüen quién diantres es JP Morgan. Y la manera en que ha cimentado su fortuna.
De partida, esta institución debe su nombre a John Pierpont Morgan, un emprendedor que partió trabajando para la empresa de su padre (Junius S. Morgan) en Londres allá por la mitad del siglo XIX, pero que cimentó su fortuna en EEUU. Durante la Guerra Civil Estadounidense (y aquí cito Wikipedia), "Morgan entró en contacto con el gobierno para adquirir rifles anticuados del ejército por sólo 3,50 dólares cada uno. El socio de Morgan los arregló para revenderlos posteriormente por 22 dólares. El ejército se enteró de que estaba recomprando sus propias armas, pero lo que se llegó a denominar «escándalo» resultó ser más bien un caso de ineficiencia gubernamental que un acto fraudulento de Morgan (el cual, entre otras cosas, no había llegado a ver los rifles en ningún momento, y sólo actuaba como financiero) (Algo que el gobierno estadounidense ha hecho muy bien desde siempre es su laxitud para controlar emprendimientos "cuestionables" por decirlo suavemente). Morgan, por su parte, al igual que muchos ciudadanos de la clase alta (como por ejemplo el que sería más tarde el presidente, Grover Cleveland), evitó el servicio militar mediante el pago de 300 dólares en sustitución".
Ya para inicios del siglo XX, JP Morgan era un banquero respetado. Sigue Wikipedia: "En 1895, en el momento económico más bajo tras la depresión económica de 1893, el Tesoro Federal estaba casi sin oro en sus reservas. El presidente Grover Cleveland llegó a un acuerdo con Morgan para crear un sindicato privado en Wall Street para proveer al Tesoro de los Estados Unidos con 65 millones de dólares en oro, la mitad procedente de Europa, para emitir deuda del tesoro que permitiese recuperar las arcas del tesoro hasta un superávit de 100 millones". Notable, el tipo que Piñera sueña como Ministro de Hacienda.
Así las cosas y tras la muerte del bueno de Morgan, la institución que lo precedió debió seguir haciendo dinero. Pero al estilo Morgan. Cito a Wikipedia nuevamente: "El 14 de marzo de 2008, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) con la ayuda de JP Morgan, rescató a unos de los mayores bancos de inversión del mundo, Bear Stearns, con una importante inyección de fondos. El 2 de abril de 2008, Ben Bernanke, presidente de la FED, declaró en público que la propia FED prestó el 14 de marzo a Bear Stearns 29.000 millones de dólares y que confía en recuperarlos. También declaró: “espero que nada parecido a lo ocurrido con Bear Stearns vuelva a ocurrir nunca”, y que no tuvieron tiempo ni avisos previos de los graves problemas de liquidez del banco estadounidense, “lo que no es habitual”. Si claro, campeón.
¿Resultado del "Morgan-Way"?. Octubre de 2012. La Fiscalía General del estado de Nueva York demandó a JP Morgan Chase, por acusaciones de fraude con las hipotecas de alto riesgo durante la crisis inmobiliaria. En septiembre de 2013, la justicia estadounidense condenó a JP Morgan a pagar US$920.000.000. por no realizar controles internos y evitar así detectar irregularidades que le permitieron ocultar pérdidas masivas en una cartera sintética estructurada con deuda europea.
Podría seguir, pero no es la idea. La Currícula de esta "prestigiosa institución" habla por sí mismo. (Si quieren más información recomiendo el Documental "Inside Job" disponible aquí https://vimeo.com/193211164). No es eso lo que me indigna. Lo que hace que mis gónadas están en fase de explosión es que hayan compatriotas que, por noticias como éstas, sigan eligiendo a quienes sostienen un modelo que estaba bien para el Chile de la colonia: el de la especulación y la explotación indiscriminada de los recursos naturales.
Pero que JP Morgan esté asustado es una muy buena señal.
"Deja que los perros ladren Sancho amigo, es señal que vamos pasando."
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